El Pesimista Alegre

Lo que en este libro se expresa es una forma de ver las cosas, la manera de interpretar a un mundo en permanente cambio que nos tiene como víctimas o privilegiados habitantes. Esta visión puede ser igual o distinta a la suya, pero no deja de ser válida, aunque usted no viva en la ciudad o en el mismo país que el autor.

Su taxi ha sido el mundo durante 20 años; un atalaya donde observó lo mejor y lo peor de nosotros, nuestras conductas y miedos, las infamias, los sueños de la gente y tantas cosas más. Ha sido testigo de una sociedad que nos ha contenido con sus manos temblorosas, a punto de soltarnos en el abismo y que sigue atentando contra nosotros haciendo añicos nuestros valores.

Se imagina que luego de tantos años frente a un volante, nuestro hombre no  puede menos que gritar lo que ha visto y lo que sigue observando en la actualidad, cuando ya no recorre como antes las calles de Buenos Aires.

El autor asume el riesgo de disentir con alguien, aunque sea a la distancia, pero vale la pena el intentarlo. Este taxista pide la palabra y creo que posee el derecho de hacerlo.