PUTAS PESADILLAS
rosaalba

Es la historia de un muñeco güerito adoptado por una muñeca de manta. La muñeca elaborada por los indÃÂgenas, tiene fuertes sentimientos de bondad y adora que sus hijos compartan todo lo que comen a pesar de sus carencias económicas. Sin embargo el muñeco enferma en medio de la pobreza y comienza una batalla de sus padres adoptivos por su vida.
El Güerito
I
Juanito enfermo
En un pueblo de un lugar no muy lejano llamado La Realidad, se escuchaban unos quejidos que salÃÂan de una de las pequeñas casas de palma y pasto.
”¡Mamá, maaa, me lele, leele! ”se quejaba Juanito; un muñeco de trapo, de cabellos de estambre amarillo, de piel de tela color rosa, quien usaba zapatos de gamuza, camisa blanca, pantalón y saco de terciopelo bordado en el pecho con el apodo de El Güerito. Llamaba a MarÃÂa, su madre; una muñeca hecha de manta, de trenzas hiladas de negros estambres, adornadas de coloridos listones verde, blanco y rojo; quien lucÃÂa un hermoso vestido con flores bordadas en coloridos hilos.
Los quejidos despertaron a Venancio, su padre; un muñeco hecho de una rama de árbol, quien usaba un pantalón descosido y una desgastada camisa de colores opacados por el sol. Venancio, apenas lo escuchó, se levantó de su cama de piedra y fue a verlo al cuarto de palma y pasto. Se acercó tiernamente a la cama de algodón donde dormÃÂa y le preguntó:
”¿Que ti duili mi niño
”¡Paito, lele tuto! ”se quejó Juanito, frunciendo de dolor su pequeña boca de hilo y sobando con la mano su pansita.
El hombre de rama lo tomó en sus brazos y le preguntó:
”¿Pos que comites ayer
”Omàocos, coles y tillas, pá ”contestó Juanito, quien al igual que todos habÃÂa comido el dÃÂa anterior caracoles en sopa de verdura, moscos en arroz y tortillas, todo preparado por su mamá. Ni una sola vez se habÃÂan enfermado del estómago, pues los moscos y caracoles estaban tan limpios como los verdes valles y los verdes campos donde vivÃÂan y se alimentaban.
”Mijo, pus eso no hace mal. ¿Qué otra cosa comites Me cuerdo ayer Felipe te llevo jugar, ¿a dónde jueron ¿Jueron al rancho del Monote Rico ”preguntó Venancio a su pequeño hijo, quien no le contestó, por lo que le volvió a preguntar: